Escuela de Ministerios Laicales

Dentro de la Iglesia Católica algunos hermanos y hermanas son llamados a cumplir algunas acciones de servicio en favor de todos los demás, estos hermanos reciben un mandato oficial por parte de la Iglesia y son preparados para ello. Estos son los conocidos como “Ministros y Ministras Laicos”, a quienes el Catecismo de la Iglesia Católica se refiere de manera especial al indicar que “(903) Los laicos, si tienen las cualidades requeridas, pueden ser admitidos de manera estable a los ministerios de lectores y de acólito (cf. CIC, can. 230, 1). “Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el Bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho” (CIC, can. 230, 3) ” De aquí surgen los dos ministerios laicales más conocidos, como son el Ministerio de la Palabra (Ministerio Lector) y Ministerio de la Comunión (Ministro Acólito).

No obstante no son los únicos Ministerios que se tiene en la Iglesia, ya que el mismo Catecismo indica que “(910) “Los seglares […] también pueden sentirse llamados o ser llamados a colaborar con sus pastores en el servicio de la comunidad eclesial, para el crecimiento y la vida de ésta, ejerciendo ministerios muy diversos según la gracia y los carismas que el Señor quiera concederles” (EN 73). ” Así, la Tradición de nuestra Diócesis ha reconocido el Ministerio de la Caridad, el Ministerio de la Misión, el Ministerio de la Catequesis, el Ministerio de la Animación de la comunidad cristiana y, actualmente en discernimiento, el Ministerio del Acompañamiento y el Ministerio de la Educación. Diversas formas de ayudar y acompañarnos como hermanos y hermanas que caminan en pos de Jesús.

Cada año, y por petición de los párrocos y comunidades, se abre un nuevo ciclo de formación para futuros Ministerios Laicales, el que es avisado convenientemente a toda la Diócesis, tanto en sus requisitos como en sus condiciones.